Primeras setas en Valladolid
La temporada de setas parece que asoma a paso lento debido a la escasez de lluvia y las altas temperaturas de las últimas semanas. Se estaban haciendo esperar pero llegó su momento, las primeras floradas de níscalos y setas de cardo empiezan a aparecer de manera puntual en los pinares y eriales de la provincia, todavía con tamaños muy pequeños que conviene respetar para que suelten las esporas que aseguran su reproducción en los próximos años.
Níscalos y setas de cardo son las más populares en esta provincia pero también es posible encontrar boletus, que aunque raros en este tipo de pinares de llanura con un clima tan seco y frío, es cada vez más frecuente descubrirlos en los rincones más húmedos. Boletus con un pie más alargado de lo habitual en esta especie, debido al suelo arenoso de esta provincia que confiere formas “estiradas” muy extrañas.
Para disfrutar de la naturaleza sin sustos, recomendamos consumir aquellas setas que se conocen perfectamente y, sobre todo respetar los tamaños mínimos de recolección (en Valladolid se ha establecido 4 cm en los níscalos y 2 cm en la seta de cardo). Esto es importante para evitar intoxicaciones, ya que las setas más pequeñas son más fáciles de confundir con las venenosas y también para asegurar la producción de los próximos otoños.
El frío ya comienza a notarse por lo que es previsible que la temporada será corta. No es la primera vez que se da una campaña tan escasa, los expertos hablan de que en los últimos veinte años ha pasado en varias ocasiones, en concreto 1995, 2004 y 2005 fueron años de mala producción por episodios de sequía o fuertes heladas.